Ven aquí por que allá no hay payasos ebrios;
No existen Pegasos que rumien con la luna;
No hay tardes azules con vodka y rubor;
No hay fiestas chinas al amanecer.
Allá no hay femmes fatales al atardecer,
Bajo un cielo parisino inexistente;
Tampoco llueve en fa sostenido menor;
Y nunca es Montana aquí.
No conviven turcos y kurdos;
No hay gitanos que bailen house;
No hay mascaradas nudistas,
Y en el cielo no hay auroras de neón.
No hay ranas que discutan
La paradójica ambigüedad de ser;
No hay conejos asesinos;
Nunca toca el trueno su canción.
Allá te alimentas de los vegetales
Y jamás puedes charlar con ellos;
Allá los sabuesos no pueden fumar
Y aquí no hay pipa sin encender.
Allá las veredas no son acertijos;
Los gigantes jamás se detienen a saludar;
Las serpientes no te acarician los pies;
Los ángeles no están, todos, malditos.
Tu mundo carece de enfermedad;
Allá nunca hay hadas verdes para beber;
Los taberneros no son osos malabaristas;
Y el cabaret cierra de día.
Allá los ríos no son soda de limón;
Las viudas jamás rejuvenecen;
Los duendes no son ociosos
Y la sangre no sabe a cereza.
Sonntag, Mai 15, 2011
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