Lost Control

Lejos de todo se encuentra un lugar, un páramo oculto en el que fornicamos como dos serpientes…

La lluvia es constante más no importa, me hundo en tu aroma y mi nariz no puede dejar de percibirte. Huelo tus axilas, tu ingle, tus rodillas, tu cuello, tu pubis, tu vagina, tu aliento, tu trasero; como viles perros…

Mi razón se ha extraviado por completo, todo parece un sueño porque aún no creo estarme revolcando contigo en el lodo de este panteón, como viles caracoles, tan lentamente unidos, en una batalla de secreción de fluidos que por nuestros cuerpos se escapan y se escurren a la velocidad de la luz…

Me concentro en tu boca, la chupo, la saboreo, muerdo tus labios y tu muerdes los míos tan fuerte que, de pronto comenzamos a desangrarnos y corren hilillos de sangre por nuestra blanca piel y por el gris mármol de estas tumbas que nos sirven de tálamo…

He perdido el control, creo que mordiendo tu cuello he destrozado tu yugular, mis rodillas están rotas pero sigo estrellando mi vientre contra tus nalgas e inundando tus entrañas con este semen de cadáver viviente.