NANOHISTORIAS...

O las historias de 1 renglón… Parte I

“Esto es viajar” - gritó: Zivot, después de atracar a la NASA.

El letrero decía: “Chemin de l’espace” no entendió, pero no podía regresar.

Después de la ovación se dispuso a desfallecer.

1 millón de veces contempló el abrigo, antes de secuestrarlo fríamente.

El duende Solsikke cortó todos los girasoles antes de la conferencia de mamuts.

Después de 5000 años, él sabía que octubre seguía siendo igual.

Debajo de cielos extranjeros, sus sueños le murmuraban 1 sola luna.

Cada mañana, Aufgeregt dejaba caer la imaginación y el jabón.

Después de resucitar, remarcaba con los dedos los lunares pélvicos de Lille: 666.

Ya nadie pudo encontrar esa pequeña historia después del naufragio espacial.

El suspiro de Duky le dejó inerte; ahora sabía, pero no pudo defenderse.

Contó: 1, 2, 3, 4, 10101011… Ya habían pasado por el agujero de gusano.